Todos los perros necesitan una rutina de baño, ya que se trata de un ámbito esencial para eliminar los malos olores y mantener su pelo y su piel sanos. Cuando hablamos de la limpieza de cachorro siempre surge una pregunta: ¿Cada cuando puedo bañarlo? La frecuencia de baño es aproximadamente de tres semanas, dependerá un poco también del estilo de vida del animal, pero no recomendamos hacerlo antes. Es importante bañarlo por diferentes razones:
La primera es que si lo comenzamos a bañar cuando es cachorro se acostumbrara mejor al agua y al jabón, y lo entenderá como una rutina. Además, de esta manera mantendremos su pelo sano y brillante.
La segunda es por higiene. Los paseos al aire libre por terrenos con arena o barro, jugar con otros perros al parque o los revolcones sobre superficies no siempre muy limpias, son solo algunas de las situaciones que hacen obligado el baño de nuestra mascota, ya que la suciedad se puede transformar en problemas de salud.
Otra razón para bañarlo es por nosotros, las personas, ya que el pelo de nuestras mascotas puede acumular bacterias.
No es difícil bañar a nuestro perro en casa, el momento del baño tendría que ser agradable y puede ser una manera estrechar la relación con él, por eso os aconsejamos seguir los siguientes pasos:
Socialización
Bañar al cachorro las primeras veces puede ser estresante para él, ya que todo es nuevo y, igual como un bebe, no sabe si eso está bien o mal. El ruido y la sensación del agua en su piel lo pueden asustar, por eso se tiene que ir poco a poco, hablándole y animándolo para que esté contento y pueda asociar el baño con una buena experiencia. Socializar al cachorro con el baño consiste en enseñarle a tener contacto con el agua, que se deje tocar todas las partes del cuerpo y que se vaya familiarizando con el secador, que las primeras veces se usará a la velocidad más baja. Los perros que han tenido alguna sesión de peluquería están más acostumbrados al baño, aun así tenemos que tener cuidado de no asustarlos a la hora de bañarlos.
Cepillado
Es importante que antes de mojarlo le sacaremos todos los nudos para que el champú pueda llegar mejor a todo su pelo y a toda su piel. En ese momento se puede aprovechar para mirar que no tenga parásitos o alguna anomalía en su piel. Tenemos que tener en cuenta de no hacer mucha fuerza con el cepillo ya que la piel de los cachorros es muy delicada y le podríamos hacer daño. Cuando el cepillo ya no se enreda en ningún nudo, el cachorro está completamente cepillado y ya podremos bañarlo.
Baño
Los cachorros tienen una temperatura corporal más elevada que la de los humanos, por lo tanto no necesitan el agua tan caliente como la que hacemos servir nosotros para ducharnos.
Comenzaremos mojando las patatitas, sin dejar que el agua se acumule en la bañera y poco a poco vamos subiendo hasta que esté todo mojado. Ahora ya podemos aplicar un champú suave especial para cachorros, éste lo mezclaremos con una parte de agua para que se pueda extender mejor por todo el cuerpo. Con los dedos enjabonaremos todo el cuerpo con un suave masaje, teniendo en cuenta que no llegue a la boca, los ojos o las orejas. Una vez hemos repartido bien el champú retiraremos el producto con agua.
Secado
Con una toalla seca hay que retirar el máximo de agua posible. El secador se usará a una potencia baja, para no hacer daño a la piel y siempre mientras se peina el pelo en el sentido de su crecimiento.
Nos tenemos que asegurar que el cachorro este completamente seco para evitar resfriados y problemas de la piel. La humedad es la principal causa del mal olor.
Uñas y orejas
Es mejor cortar las uñar después del baño, ya que se habrán ablandado y será más fácil para nosotros y para el cachorro. También se tienen que limpiar las orejas, con un líquido especifico y una toalla o, aún mejor, con una gasa.
Para acabar, le podemos poner colonia siempre y cuando sea especial para cachorros, ya que ellos tienen un pH diferente al nuestro.
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